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martes, 30 de agosto de 2016

Fijan sentencia condenatoria contra asesinos de Kellys Zapateiro Guzmán.



En una sala de audiencias del edificio Almirante, Centro Histórico de Cartagena, se conoció el veredicto final.

El público en el reducido recinto escuchó atentamente y en completo silencio a la juez dictar sentencia para Andrés Antonio Díaz Zabaleta y Josefa Cardona Ortega.

La legislación colombiana establece los 60 años como pena máxima y es ese el monto impuesto por el Juzgado Segundo Penal Especializado de Descongestión de Cartagena para los dos cruentos homicidas de la joven embarazada Kellys Zapateiro Guzmán, de 28 años.

Desaparición forzada, secuestro simple y homicidio agravado son los tres delitos perpetrados por el par de desalmados delincuentes.

HORROSO CRIMEN

A Kellys Zapateiro Guzmán la sacaron de su vivienda con engaños la mañana del 11 de julio de 2014. Josefa, decía ser su amiga  y le hizo creer que la llevaría a una fundación para recibir ayudas por su estado de embarazo, pero su destino fue otro.

Horas después Josefa condujo a Kellys hasta la Estación de Policía de Manzanillo del Mar, donde Andrés Díaz trabajaba como patrullero y donde en ocasiones hacia las veces de comandante encargado.

Ese día fue el último en que fue la joven cartagenera fue vista con vida.  Su familia reportó su desaparición. En un bohío, en predios de propiedad de la policía, asesinaron a la muchacha embarazada y le extrajeron, en una cesárea rudimentaria, su bebé de ocho meses de gestación. Luego, incineraron en cuerpo para desaparecerlo.

Sin embargo, el resto de una mano de Kellys fue hallado por un perro de la estación y se convirtió en una de la pruebas fundamentales para descubrir el horrendo crimen y desenmascarar a los autores.

DOS RELACIONES
La Fiscalía General de la Nación determinó que Josefa Cardona Ortega estuvo casada con el policía Andrés Díaz Zabaleta y aunque se encontraban separados, al momento del crimen todavía sostenían una relación sentimental.

Pero esta no era la única relación amorosa de la hoy sentenciada a la pena máxima. Josefa vivía con otro hombre, su compañero sentimental permanente, en el barrio 20 de Julio. En ese mismo barrio conoció a Kellys Zapateiro y se volvió su amiga.

Los investigadores corroboraron que Josefa también engañó a su marido durante meses fingiendo un falso embarazo. Simulaba náuseas y mareos para hacer parecer lo más real su mentira. Incluso, se valió de exámenes médicos.

Josefa Cardona robó el hijo de su amiga Kellys para hacerlo pasar como suyo. Después de perpetrar el crimen se presentó en la Clínica Maternidad Rafael Calvo, con el bebé en brazos, asegurando que era suyo y acababa de dar a luz. Los médicos rápidamente notaron sus mentiras.

Con el reporte de la desaparición de Kellys, el hallazgo de su mano, las contracciones en los testimonios de los implicados se fueron derrumbado rápidamente las mentiras de los homicidas.

Peritos de Medicina Legal, agentes de la policía, ginecólogos, genetistas hicieron parte de los cerca de 20 testigos usados por la Fiscalía en el juicio que hoy termina.

GUARDAN SILENCIO
Tanto Josefa como Andrés se han mantenido renuentes a confesar el crimen y prefirieron ejercer su derecho a guardar silencio durante el juicio oral al que no asistieron.

Ella permanece en la cárcel del Buen Pastor en la ciudad de Barranquilla, donde recientemente fue vinculada una red de extorsión carcelaria y enfrenta un nuevo proceso por este delito.

El expolicía está en una prisión de Sabanalarga, Atlántico. En las próximas horas ambos serán notificados de la sentencia impuesta por la juez, como castigo por el cruento crimen que cometieron.

Los abogados defensores de los acusados interpondrán el recurso apelación.

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